martes, 1 de septiembre de 2009

whoa... ¿qué está pasando?...

Muchas veces el destino nos pone en situaciones difíciles que nos ponen a prueba y que nos desequilibran mentalmente. Y la mayoría de las veces ocurren en los instantes menos esperados, no necesariamente los peores sino en aquellos en los que creemos estar encaminados seguros hacia un nuevo rumbo.

Por ejemplo, por fín estás saliendo con alguien o conociste a una persona especial y de pronto aparecen recuerdos del pasado o se despierta en los demás un sentimiento de atracción hacia tí que hace que aparezcan oportunidades, se generen situaciones, se escuchen propuestas o se materialicen ilusiones o fantasías que, añoradas en otros momentos, nos pueden jugar una mala pasada a nivel emocional y pueden poner en jaque todo lo nuevo que estamos tratando de construir.

Eso no es malo,... simplemente es un juego que la vida nos propone de vez en cuando, mostrándonos todas las variables y varios caminos... sin previo aviso. Es fácil ceder, pero a lo mejor es necesario que estas cosas se den para poner en perspectiva pasado, presente y futuro... algo así como una coyuntura.. una encrucijada de la vida... donde podemos realmente valorar el camino recorrido y emprender el nuevo sin dejar cabos sueltos ni ataduras.

¿Fácil?, definitivamente no. Es más, es uno de los temas más difíciles porque precisamente son tantas cosas que es complicado encontrar alguien imparcial con quien buscar consejo, porque todo nuestro ser se pone en juego... y eson nos deja vulnerables ante los demás y no estamos siempre dispuestos a mostrar esa vulenrabilidad en pos de obtener ayuda para tomar decisiones.

Superar esta etapa toma su tiempo... lo importante es que no perdamos de vista el norte sin importar las "caídas" que tengamos. No justifico si en momentos de flaqueza resultamos removiendo sentimientos del pasado, generando aún más confusión. Sin embargo, la vida no debería juzgarnos por eso.

He ahí lo difícil, porque al sucumbir podemos poner en peligro lo nuevo por venir... a lo mejor por un espejismo del pasado que luego de un corto tiempo puede desvanecerse y dejarnos aún más vacíos...

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